jueves, 14 de diciembre de 2006

Asocial.

He reencontrado el placer por spoilear. O sea, por explicar el final de libros y películas. Y ayer en el tren tuve un momento homer (baba cayendo por la comisura, ojos en blanco...) viendo a una mujer leyendo "Cazadores de mamuts" (creo que la segunda parte de "El clan del oso cavernario"). Usé la táctica ups, me llaman! Que tal te va, te has acabado ya el libro, donde estas en lo de o cuando... Y así hasta estropearle todo el libro.
Pero claro, estábamos en un túnel sin cobertura y pensé, deja que se trague ese pedazo de tocho y sus otras tres continuaciones. Si hubiera sido un buen libro se lo hubiera contado, pero si te apetece leer porquería, pues tu mismo, lee porquería.
Si a un millón de moscas les gusta leer a Dan Brown, no significa que la mierda sea buena para comer...
Podría decir que lo hago por dejar que ellos solos se den cuenta de que deben o no leer, pero es mentira. De estropear los libros solo me gusta contarlo luego, echar unas risas mientras cuento la cara del lector cabreado, ver como cierra el libro, notar como se le tensan los músculos del cuello mientas se da cuenta de que lo que ciento es el libro que esta leyendo...
Con Harry Potter es más divertido ya que puedes estropear varios libros en un solo viaje.
No soy malo, sencillamente me divierte hacerlo. Si me alegrara pintar en la espalda de las niñas pseudopijas vestidas de blanco lo haría.

Conclusio...

A partir d'ara em faré palles al ritme de cançons de jazz.

viernes, 8 de diciembre de 2006

Vanguardia

Ahora tengo un periódico cada día. Con sus noticias y sus opiniones. Incluso con las necrológicas (que son la parte que más leo. Me encantan las notas de aniversario). Hay muchas noticias que me ponen incluso cachondo. Violencia gratuita, el valor de Google en bolsa está sobrevalorado, Tom Waits ha sacado un triple disco autobiográfico...
Lo más importante es encontrar la historia que te permita encontrar un hilo argumental. Que te impulse a decir algo. Bueno, vale, de acuerdo...
Mientras leo el periódico, camino del trabajo, encuentro un par o tres de frases que me dicen "¡yo!, ¡yo!", pero a los diez minutos ya no se que frases eran. Más que miedo a la página en blanco es la falta de memoria de un pre-alcohólico desmemoriado.
Mantengo una tensa relación con lo que me gustaría hacer, lo que debo hacer, lo que hago y dormir. Y siempre gana la resaca.
Voy constantemente enchufado a iPot, a mis gafas de sol y a algo para leer. No es que me guste incomunicarme. Lo que no me gustan son la mayoría de humanoides que pululan a mi alrededor. Conversaciones absurdas que me provocan dolor de cabeza, músicos de carrito con bafle que me producen dolor en el alma, ojos mirando mis ojos que no miran ojos...
Me hace falta un poco más que una sonrisa bonita para enamorarme. Quizá saber estar en silencio, el gusto absurdo por las películas de los sábados al mediodía, que tengas cinco o seis vinilos que me gustaría tener yo, que beses con los ojos cerrados. Y casi todas las mujeres cierran los ojos al besar.
Otra vez estoy escribiendo estupideces espasmódicamente, sín sentido, negándome a mi mismo la estructura básica inicio, nudo, desenlace. Los protagonistas desaparecen y aparecen sin lógica y como narrador omnisciente de mi vida soy bastante limitado. Escribo en bares, servilletas, he cambiado poemas por cubatas, cubatas por besos, un sombrero por unas risas, un piercing por una boda, a mi mismo por un deseo inconfesable, un futuro por un poco de pan. Y ahora si me preguntas, te diré que seré feliz cuando nadie me intente imponer nada. Quiero vegetar tranquilo, follar de vez en cuando (e incluso creo que ni eso), tener dos paredes más, que las puertas de casa cierren bien, no pasear para ir al baño...
Incluso me gustan los puntos suspensivos. Y no por puntos.

martes, 5 de diciembre de 2006

Preguntas

Una noche de flamenco. No flamenco fusionado de ese insufrible. Flamenco puro. Al menos me lo pareció a mí.
¿Extraño? Si. Pero bueno.
Preguntas que me hice: ¿A los flamencos (o sea, los que tocan/cantan) les gusta que les digan cosas? Del tipo ole, que arte, dale maestro...
¿Se pueden traducir todas esas expresiones de alegría? ¿Puedo gritar "Fot-li, nano" a un tipo que canta cosas como "Tiró limones al río, hasta que se convirtió en oro"?
Y si yo no tengo ni idea, como la mayoría de los que conozco, de las palmas apropiadas para cada uno de los palos, ¿Porqué hacemos como que sí y estamos dale que te pego con las palmas, no acertamos los finales de las líneas y molestamos más que otra cosa?
¿Existe el flamencómico? ¿Y el pornolailo?
¿Quién compuso una canción sobre las bragas que te voy a regalar, que si con agujeros, que si para que no te aprieten, que si con cascabeles?
Y lo más importante, ¿Como puede ser que escuche la música que escuche siempre acabe pensando en comprarme un iPod lo más grande posible?
Podría estar pensando en aprender a tocar la guitarra pero quiero un iPod.
Podría pensar en terminar la carrera pero pienso en un iPod.
Podría pensar en llamarla pero pienso en un iPod.
Podría pensar en dejar de beber compulsivamente y me pido un gintonic.
Las cosas se tuercen, se retuercen, yo dejo de preocuparme por evolucionar, ella ya no quiere hablarme, ayer borré de nuevo su número de mi teléfono, el vecino no conecta su puñetero router y yo estoy sin conexión, a veces no sé que hago.
Me podría preguntar cosas absurdas, pero ¿para qué?

sábado, 2 de diciembre de 2006

Demasiada tv

El metro traqueteó en Rocafort.
Imaginé un suicidio.
Mil polis. Dos horas. Un forense.
Juez. Autopsia.
Llegaba tarde al trabajo.

Bucle

Tras seis años de esfuerzo había terminado la carrera. Ya era informático.
La sensación de punto y final la cambió por la de punto y seguido cuando respondieron a su primer currículo.
Volvía a ser el último mono.

Ego solitario

Veo tus fotos
en webs de fotógrafos profesionales.
Y sé que el único
que te folla como necesitas
es el tonto de las gafas
y las zapatillas de colores.

viernes, 1 de diciembre de 2006

Escena underground

Intentaré escribir
canciones de rock.
Luego entenderé
que lo único que tengo de rock star
es actitud,
higado y melena.

3 d'1

Eclécticas esdrújulas polimorficamente estructuradas sustentando estructuras sintéticas estáticas.
Deformaciones epidérmicas reconocibles, mayoritariamente bautizadas, abandonando escrupulosamente plantaciones yuxtapuestas, insalubres, despidiéndose, derrotadas, sigilosas, iracundas...